viernes, 2 de marzo de 2012

Días de lluvia, días tristes

Cuando el día parece que va a ser bueno, pero rápido te desengañas, es muy difícil remontar la situación. Cuando notas rara a la gente que te rodea, el clima no favorece, el extress de los exámenes hace que todo el mundo esté alterado y no te salen bien las cosas, lo mejor es no pensar demasiado, o eso dicen, porque todos sabemos que es imposible no darle vueltas a aquello que pueda preocupar, lo cual hace que te comas la cabeza, le des demasiadas vueltas y termines pasando un mal momento, porque cuanto menos quieres pensar en algo, más vueltas le das. 

En ocasiones puede ocurrir que escuches un comentario que tenga una altísima probabilidad de tratarse de aquello que te preocupa, el asunto no se nos irá de la cabeza. Ocasiones en las que no sabes que hacer, si hablar el tema con alguien de confianza o por lo contrario esperar y comprobar cual es la realidad. Problemas que nos devoran por dentro, y de los cuales tenemos miedo de descubrir la verdad por el dolor que nos pueda causar, aunque podrían aliviarnos por no guardar ninguna relación con nuestras sospechas. Se trata de días en los que desearías no pensar, pero te resulta imposible, días que solo quieres que se pasen rápido para evitar sufrir, días que se hacen eternos. Días en los que necesitas algo que te distraiga, pero que nada parece poder conseguirlo.

Días malos que afortunadamente se acaban y que nos permiten apreciar mejor los buenos momentos.


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